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Argraf incorpora su segunda Miyakoshi

Sorprende, en los tiempos que corren, con buena parte del tejido empresarial español a medio gas y temeroso ante el entorno social y económico que la pandemia nos está dejando, haya todavía empresarios con músculo financiero para realizar inversiones millonarias en sus negocios.

Es el caso de Argraf, uno de los fabricantes de etiquetas más importantes del mercado nacional, que fiel a su política, sigue apostando por inversiones en tecnología como herramienta de crecimiento y diferenciación. En esta ocasión, de nuevo, le han llevado a apostar por la tecnología de Miyakoshi, una semi-rotativa offset UV.

Alberto Torroba, director general de la compañía alavesa (Oyón), toda una referencia en el etiquetado de vinos, nos recibe una vez más para hablar no sólo sobre esta nueva incorporación a su parque de maquinaria, sino también para conocer cómo está viviendo la empresa la situación derivada por la pandemia.

Le preguntamos, en primer lugar, si, con motivo de la crisis sanitaria y el escenario sobrevenido, el Grupo Argraf se ha visto obligado a hacer algún cambio en los proyectos que tenía previstos para este año. Porque, si algo ha caracterizado al fabricante de etiquetas a lo largo de su dilatada historia, es su compromiso con la innovación con el fin de estar siempre en la vanguardia tecnológica.

Como nos cuenta Torroba, “el año empezó francamente muy bien, con un gran empuje y un primer trimestre muy bueno; luego llegó lo que llegó. Se truncaron un poco todos los planes que teníamos, con mucha incertidumbre por el cierre inicial de las empresas,  si podríamos trabajar o no… Afortunadamente, las dudas se despejaron rápido y las asociaciones que tenemos detrás, como la AIFEC, rápidamente se pusieron en contacto con el Gobierno y se explicó la necesidad de que nosotros teníamos que seguir trabajando porque nuestros producto es indispensable para que alimentos y bebidas lleguen a los supermercados, que es lo único que se mantenía abierto.

Además, han sido meses de baches, con subidas y bajadas, en los que hemos detectado un cambio en la tendencia en el consumo, ya que durante buena parte de este tiempo no se ha podido consumir en bares y restaurantes y, cuando se ha podido, ha sido con restricciones de aforo y horarios. A esto hay que añadirle el factor miedo que se ha instalado en buena parte de la sociedad. Y todo ello, unido a una campaña turística nefasta, ha hecho que el consumo fuera de casa haya caído mucho, especialmente en el canal Horeca y, en lo que nos atañe a nosotros, en el mercado del vino”.

Los clientes de Argraf, las bodegas cuyo principal canal de venta era la restauración, han debido de sufrir mucho, mientras que alguno de ellos que vendían en grandes superficies les ha ido bien al subir el consumo en los hogares. Ahora, muchas pequeñas bodegas han potenciado el canal de venta online, “con lo cual han podido salvar un poco la campaña”, apunta Alberto Torroba.

 

Nuevos mercados

 

Uno de los nuevos nichos de mercado a los que Argraf está dirigiendo sus esfuerzos comerciales es al de los licores y espirituosos. “Siempre hemos ido haciendo algo, de forma puntual, pero está claro que, en cuanto a calidad de la etiqueta, ese valor añadido que tiene es similar al del mundo del vino, con lo cual es un mercado interesante que conocemos y por lo tanto podemos ofrecer ahí todo nuestro potencial industrial”, detalla Torroba.

También es cierto que en este mercado de los espirituosos todavía queda mucho que no se fabrica en autoadhesivo, sino en pliego. “Tenemos una máquina de pliego desde hace unos cinco años, con mucha capacidad y que hemos dedicado al sector de la conserva, pero observamos que es un cliente cada vez más complejo, ya que necesitas una estructura productiva diferente a la que tenemos: la nuestra está especializada en el valor añadido y la etiqueta de conserva, al final, es algo para lo que necesitas una estructura muy ligera para no tener que imputar costes que no se valoran en ese mercado. Con lo cual, el interés que tenemos en entrar en el mundo de los licores también es un parte para aprovechar nuestras capacidades”, completa el director general.

 

Sello de calidad AIFEC

 

Se ha comentado antes el papel de AIFEC como lobby de presión durante el cierre de la economía de marzo. Pero hay otra iniciativa de la Asociación Ibérica de Fabricantes de Etiquetas en Continuo que ha llamado mucho la atención y que hemos querido comentar con Alberto Torroba como miembro destacado de su directiva: el lanzamiento de un sello de garantía de calidad al que pueden optar todos los asociados. “Hemos querido lanzar este distintivo de calidad mediante una certificadora externa que nos ha ayudado a establecer parámetros y medición y de qué forma vamos a hacerlo para que no sea una simple ISO 9001, que todo el mundo tiene ya, sino algo especial y más específico de nuestra industria y que muestre ese grado de calidad que tenemos los fabricantes. Esperamos que muchos se animen para obtenerlo”, nos cuenta Torroba, que agrega: “por el momento el proceso de certificación no está cerrado todavía. En el momento que tengamos todo el proceso definido con la certificadora, se lanzará oficialmente y los fabricantes podremos optar a ello”.

Este año por fin acaba. El futuro

 

Espero que el 2021 irá mejorando paulatinamente, aunque todavía nos esperan tres meses de caída, porque si los comparas con los tres meses de este año 2020, van a ser de caída importante”, prevé el director general de Argraf, que estima que “sin duda el segundo trimestre va a ser mejor que el del 2020. Quiero creer que la campaña turística, si bien no será todavía totalmente normal, sí que será bastante mejor que la de este año. Y a partir de ahí se irá subiendo, no creo que en 2021 recuperemos absolutamente todo, porque primero hay que extender la vacunación y la gente tiene que volver a recuperar la confianza y retomar sus hábitos, ver en qué situación ha quedado la restauración y hostelería…

Pero al final todo se pasa”, concluye con optimismo, “saldremos adelante como sociedad y a nivel particular, cuando llegue la normalidad Argraf tiene que estar preparada para seguir funcionando perfectamente. Tenemos la suerte de que somos una compañía consolidada, innovadora pero también prudente y tenemos un colchón financiero suficiente para poder abordar cualquier contingencia”.

El futuro será tecnológico y sostenible, y aunque aún quedan unos meses duros para superar la situación actual, Grupo Argraf confía firmemente en que su apuesta por las personas, la innovación y la calidad máxima en todos sus procesos sirva para seguir creciendo manteniendo la excelencia productiva.

 

Inversiones 2020: Miyakoshi MLP-16C

 

Pero, volviendo a los proyectos de Argraf, “hemos mantenido el plan que teníamos previsto. En primer lugar, antes del Estado de Alarma de marzo, instalamos un equipo de  aspiración de malla, que nos ayuda a mejorar el flujo de material, la logística dentro de la planta y mantiene la limpieza dentro de la misma. Y, en segundo lugar, hemos incorporado una segunda Miyakoshi, el mismo modelo que la anterior, pero a la que se han añadido más prestaciones. Nosotros hemos entendido que son inversiones que se tenían que hacer ahora para no tenerlas que hacer mañana a todo correr”. En total, durante este año, Grupo Argraf ha invertido 1,5 millones de euros en maquinaria, demostrando que el desarrollo tecnológico es una de sus prioridades para poder seguir ofreciendo a sus clientes las etiquetas más sofisticadas del mercado y seguir diferenciándose.

La apuesta de Grupo Argraf por la innovación, así como su decidida política de inversiones en mejoras tecnológicas y productivas, le han llevado a apostar nuevamente por la tecnología semirrotativa offset UV de Miyakoshi, adquiriendo su icónica MLP, diseñada específicamente para atender las particularidades de mercado (tiradas más cortas, altas exigencias de calidad…) aunando alta tecnología offset, productividad y rendimiento en una sólida y robusta construcción.

Concretamente, se trata de la Miyakoshi MLP-16C, “que viene a sumarse a la primera que instalamos, hace ya prácticamente cinco años”, explica Alberto Torroba, “una máquina que hemos comprobado es absolutamente fiable y que no hemos tenido ni un solo día parada por averías o fallos. Una garantía de fiabilidad. Eso, unido a que ya conocemos su funcionamiento y a que teníamos gente preparada en la primera Miyakoshi nos ha facilitado poner inmediatamente en marcha la segunda, garantías suficientes para confiar nuevamente por este fabricante”.

La nueva prensa semirrotativa offset UV Miyakoshi MLP-16C instalada en Argraf está configurada con 4 offset + hotfoil + 2 offset + serigrafía plana + flexo + laminación + troquel).

Está totalmente automatizada (tinteros automáticos, lavado de batería automático, función cold-start, rodillos oscilantes refrigerados, sistema automático de registro, tratamiento corona, ajuste diagonal unidades impresión offset, stamping, flexo y troquel…), “haciendo de esta máquina una solución perfecta para la tirada corta/media y larga para los mercados del vino, alimentación… Gracias a la gran calidad de impresión offset de la MLP, Argraf puede acceder al mercado de las etiquetas de vino de alta calidad con un gran valor añadido”, comenta David López.

La semirrotativa offset UV Miyakoshi MLP-16C tiene un ancho de banda de 420mm y un desarrollo máximo de impresión de 406,4mm, “es capaz de producir a una velocidad máxima de 101 m/min, lo que la convierte en la máquina semirrotativa offset UV más productiva del mercado de etiquetas”, declara David López, Sales Area Manager de Miyakoshi Europe, firma representada en el mercado español por OMC. “Asimismo, puede imprimir a máxima velocidad de forma constante independientemente del desarrollo de impresión seleccionado”.

Además, en este equipo se han incorporado sistemas de acabado en línea que no tenía la anterior. Según Torroba, “hemos añadido estampación y serigrafía, una serigrafía que Miyakoshi ha desarrollado específicamente para nosotros, puesto que aunque ya la tenían para la que ellos llaman su solución compacta, la serie MEL de Miyakoshi; nosotros necesitábamos el modelo más potente, con más ancho de impresión y velocidad y además tener esa capacidad de hacer acabados en línea que es tan demandada en nuestro sector”.

Y es que la tecnología de offset semirrotativo para etiquetas de alto valor añadido va creciendo en número de instalaciones en los últimos tiempos. “Mucha de la inversión de la industria, principalmente para el sector del vino, está yendo por esta línea”, amplía Alberto Torroba. “Argraf siempre se ha dedicado a la etiqueta enológica y hasta hace cinco años no teníamos offset, siempre habíamos trabajado perfectamente en flexo. Creemos que el offset quizás nos da un plus de calidad en diseño de trama, de imagen… también se nota sobre ciertos materiales que el flexo no cubre tan bien. Está claro que es una tendencia de mercado que se está acelerando, pero nosotros seguimos haciendo mucho en flexo y seguimos funcionando perfectamente”.

Los más de 40 años de experiencia en el sector de Grupo Argraf le proporcionan a la empresa un know-how fundamental y valioso sobre el proceso de etiquetado del vino y de las máquinas necesarias para ofrecer un resultado final perfecto. Su amplia base de datos históricos de etiquetas le permite analizar la evolución de los diseños en una misma marca o segmento de productos, estudiando nuevos planteamientos creativos en consonancia con las últimas tendencias de moda y los avances tecnológicos.

Su industria está especializada en la aportación de valor añadido. Argraf trabaja codo con codo con los diseñadores y los productores, debatiendo técnicamente y estilísticamente las etiquetas, analizando la viabilidad de cada proyecto y proponiendo materiales diferentes y acabados que potencien el diseño y que respondan a las necesidades de uso de su producto y el destino final de la botella, garantizando una asesoría en todo el proceso. Un servicio Premium que valora el cliente final. Un trabajo que busca la excelencia y el perfecto equilibrio entre las ventajas del desarrollo tecnológico y la magia y esencia de la artesanía.

 

Fuente: INFOPACK, Revista de Packaging & Etiquetas